domingo, 21 de junio de 2009

EL VOCABULARIO VISUAL

Entre las aplicaciones informáticas diseñadas para el área de lecto-escritura se destacan, por su difusión y acogida en el ámbito escolar, las que buscan desarrollar habilidades para identificar unidades léxicas. Aunque proliferan en el mercado, pues se trata de actividades y ejercicios relativamente fáciles de programar en computadores sencillos, muchos de estos programas ignoran la complejidad sicolinguística implícita en el proceso de identificar una palabra y algunos supuestos teóricos esenciales sobre la enseñanza de la lecto-escritura. Para un lector experto, el reconocimiento de palabras que forman parte de su vocabulario visual, y que percibe como entidades léxicas globales, es una tarea fácil y espontánea. No obstante, cuando tiene que enfrentarse a un vocablo desconocido debe examinar con cuidado su estructura fonológica, morfológica, y semántica. Existe una gran variedad de programas diseñados para ampliar y mejorar el vocabulario visual:

Los tachitoscopios

Son programas que despliegan en la pantalla durante un período breve de tiempo una letra, una palabra, o una frase. El usuario la observa, y a continuación la reproduce utilizando el teclado, o la selecciona entre un grupo de distractores. El tiempo controlado y la velocidad son factores que otorgan a estos ejercicios una dinámica que los hace muy divertidos y atractivos para los niños. Una carencia didáctica inherente a este tipo de programas es que no destacan la estructura sintáctica o semántica de las palabras, privilegiando más en el estudiante la capacidad de identificarlas por algún detalle formal como la posición de ciertas letras o la longitud.

Rompecabezas léxicos

La estrategia de estos programas consiste en insertar una lista de palabras en una matriz de letras generadas aleatoriamente. El maestro o usuario puede introducir los vocablos que desee, y la aplicación genera automáticamente el rompecabezas, bien sea en la pantalla o en forma impresa. Los vocablos pueden desplegarse en forma horizontal, vertical, o diagonal. Si bien esta modalidad de ejercicios es bastante divertida tanto para los niños como para los adultos, la contribución que hacen al desarrollo de habilidades para la lecto-escritura es precaria, pues normalmente la práctica de la lectura no requiere la identificación de palabras escritas sin ningún espacio y dispuestas con una orientación tan singular.

Juegos para deletrear y combinar

El propósito de estos juegos es desarrollar el conocimiento de la estructura interna de las palabras. Didácticamente son muy eficaces para ilustrar y explicar conceptos tales como fonema, morfema, sufijo, prefijo, raíz, terminación etc. Muestran en la pantalla un conjunto de letras en desorden, para que el niño reordenándolas con el teclado o con el ratón identifique la palabra respectiva. También utilizan segmentos de palabras que el usuario debe combinar formando unidades léxicas completas. Algunos presentan una definición de la palabra identificada. Es común que estos programas ofrezcan algunas pistas sobre la combinación adecuada, y gratifiquen al alumno con algún estímulo según el tiempo que se demoren resolviendo el ejercicio. El control del tiempo, los estímulos, y el recurso de las pistas tornan muy divertida la utilización de estos programas.

Asociaciones grafema/fonema

Estos programas buscan que los niños aprendan cuales sonidos del lenguaje oral corresponden a los símbolos del lenguaje escrito. Algunos despliegan en la pantalla un dibujo o gráfico acompañado de una secuencia de letras, una de las cuales representa el sonido inicial del nombre del objeto o fenómeno representado. Otros programas presentan al usuario una palabra estímulo seguida de un grupo vocablos distintos entre los cuales debe elegir los que contengan el mismo fonema. Este paradigma se utiliza para el reconocimiento de sonidos en la posición inicial, media, y final. Una limitación inherente a muchos de estos programas es que manejan un aspecto sonoro del lenguaje a través de instrucciones escritas. No obstante, como las tarjetas de sonido son actualmente un detalle común de en los computadores personales, cada vez están apareciendo en el mercado más programas que reconocen y reproducen el lenguaje oral. Es previsible que muy pronto dispongamos de aplicaciones que capten la lectura en voz alta del estudiante y corrijan sus errores en forma inmediata.








Fuente:

Octavio HENAO ALVAREZ,UNIANDES - LIDIE, Colombia(1997),DIDÁCTICA DE LA LECTO-ESCRITURA E INFORMÁTICA[en linea][2009,Junio 21]

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